25 de abril de 2008

¿No está muerto aun?

Por lo poco que estoy updateando el bloG, muchos pensarán que está más muerto que... que rayos, no estoy elocuente últimamente, así que inserten su propia metáfora ahí. El caso es que sí, este espacio digital está muerto, pero afortunadamente siempre podemos conseguir un diamante de 5000 mangos y un cura que castee Resurrection, o al menos eso es lo que D&D me enseñó acerca de la la vida y la muerte. Así que no temais, por el momento este bLog seguirá existiendo y resucitando tantas veces sea necesario para que mis fieles mantengan su fe en mí (...babosos).

No se preocupen, no tengo prácticamente nada importante que escribir con respecto a D&D. En resumen: 4ta va a rulear. Las razones... búsquenlas en sus corazones (o busquen en google; lo que sea que les parezca más místico).

Solo para que esta no sea otra entrada al pedo, les comento que, pese a lo que todos creíamos, Mariano (alias "el Nono") volvió a dirigir D&D 3.5 luego de pasarse un año entero despotricando contra el juego. Sus razones son misteriosas, pero poco y nada nos importan, el caso es que nuevamente estamos jugando. Y digo "jugando" porque efectivamente ya tuvimos una primer sesión de juego y todo apunta a que en un futuro habrá una segunda.

A continuación voy a hacer algo RE FREAK que espantará a todas las mujeres que lean este interesantísmo blOg (no es necesario que nadie diga nada, todos sabemos que una parte de esa oración es mentira): voy a narrar la aventura del otro día desde el punto de vista de mi personaje. La razón es simple: estoy al pedo MAL y es eso, o ponerme a hacer un TP de la facultad.


Luego de varios meses de viaje llegamos a la gigantesca ciudad de Heliogabalus, capital del reino de Damara. El trayecto fue difícil ya que los fríos vientos del norte están comenzando a hacerse sentir en esta región que es todo menos hospitalaria. El recelo de la gente de aquí es entendible, dado que Damara sufrió durante años la tiranía de los monstruos y los horrores del Rey Brujo de Vaasa, y las heridas provocadas por él en esta tierra perduran aún después de su derrota. Los caminos son peligrosos, no solo por su mal estado y el clima, sino también por los numerosos monstruos que rondan la región. Así pues, no veía hora de llegar a la ciudad y disfrutar de las ventajas de la civilización como la comida, el vino, las mujeres y la carencia de monstruos.

Desde que partí de Shou hasta aquí, varias personas se unieron a mi viaje. Aun me acompaña Mikha-chan, el joven y poderoso bárbaro de las misteriosas tierras de Rashemen. Durante los últimos meses, estuve enseñándole el idioma Damarano y parece haber aprendido, aunque el acento Rashemi se le nota tanto como a mí el acento Shou. Extraña pareja hacemos en esta región.

Por otra parte, se nos unieron otros tres individuos en el reino de Impiltur, ubicado al sur de aquí. Todos ellos humanos de la región, aunque muy distintos entre sí. Por un lado está Nicolai-san, un sacerdote recientemente ordenado. Tiene el honor de un noble guerrero, pero lo que tiene de honorable le falta de misericordioso. También está Garrik-san, un joven espadachín brujo bastante dado al habla. Es simpático, o mejor dicho, es simpático si lo comparamos con el resto del grupo (como ya saben, Mihka-chan tiene el carisma de una piedra muy dura). Por último está Eric-kun, otro joven aventurero de la región. No sé mucho acerca de él, pero le noto un aura de misterio y maldad, pese a que su personalidad diga todo lo contrario. Es un hechicero, así que decidí guardarme mis sospechas so pena de terminar carbonizado como el último orco que nos atacó en el camino. En resumen: es un grupo interesante, de diversas habilidades y, sobre todo, peligroso. Creo que no pude encontrar en Faerun gente mejor capacitada para ser mis guardaespaldas.

Con el grupo ya introducido, continúo con mi relato.

Apenas llegamos a la ciudad encontramos problemas: dos bandidos estaban saqueando una cerrajería. Dado que no había nadie en la calle capaz de detenerlos, me dispuse a enfrentarlos. No fue un combate difícil y entre Garrik-san y yo nos encargamos de ellos. El dueño de la tienda llegó poco después, pero el muy tacaño no nos dio ninguna recompensa por salvar su negocio. Pese a que salvamos el día, el hombre estaba desesperado ya que le fue robada una llave mágica que era el secreto de su fortuna. En seguida decidí ayudarle a recuperarla, ya que, con paga o sin ella, el hacer buenas acciones es parte de mi naturaleza.

Luego de instalarnos en una posada y hacer las averiguaciones pertinentes, nos dirigimos al puerto en busca de un matón llamado Dienteférreo o algo así, el cual podía ser el jefe de los bandidos que horas antes detuvimos. No nos costó mucho encontrarlo, y mucho menos nos costó descubrir su culpabilidad, ya que, ni bien vio que nos aproximábamos a interrogarlo, salió corriendo como si la horda Tuigana lo persiguiera. No puedo culparlo, si yo hubiese visto a Mikha-chan y al resto de mis fieros compañeros acercárseme, hubiese huído igual de rápido.

Atrapar al semi-orco Dienteférreo fue una tarea por demás difícil. Nos encontrábamos en los muelles, por lo que toda clase de cargamentos y mercancías nos dificultaban el paso. El pobre Eric-kun, que persiguió al bandido brincando entre los muelles y las balsas, terminó cubierto de aceite de pescado, plumas de gallinas, basura y mordidas de perros. El hechicero salía de un problema para meterse en uno más ridículo. Realmente fue algo muy gracioso de ver. Mientras él corría, con Nicolai-san y Garrik-kun nos dispusimos a buscar una barca, ya que Dienteférreo se disponía a huir en bote. Mikha-chan se dedicó a tratar de trepar las paredes de los edificios cercanos para sortear los muelles, pero, cómo ustedes saben, el joven bárbaro pertenece a la logia del Caballo y no a la del Mono, por lo que sus habilidades trepando son casi tan buenas como sus habilidades sociales. Mientras el semi-orco escapaba, el luchaba para subir a los tejados.

En un momento parecía que nuestra presa iba a escapar, ya que su bote se alejaba a gran velocidad y Nicolai-san y Garrik-kun no se ponían de acuerdo en cómo usar los remos de nuestra barca. Fue allí cuando Eric-kun empleó su magia para invocar unas criaturas horribles que, asumo por su apariencia diabólica, eran de algún mundo maligno. Las criaturas, que tenían forma de pulpo, aferraron el bote del semi-orco y nos dieron tiempo suficiente para alcanzarlo. Antes que nosotros llegó Mikha-chan, que logró trepar las paredes y consiguió una balsa para alcanzarnos. Si algo bueno tiene ese muchacho es que es más tozudo que una cabra salvaje, y creo que debe habernos alcanzado simplemente dando topetazos con su cabeza a lo que sea que se le pusiese en frente, sean edificios o enemigos. De todos modos su heroísmo duró poco. Ni bien alcanzó el bote de Dienteférreo recibió un terrible golpe de parte del bandido, el cual lo dejó inconsciente sobre su balsa. Cegado por la furia, disparé una flecha y acabé con la vida del maldito semi-orco. Sé que matarlo no estaba en nuestros planes, pero si Mikha-chan moría, de seguro hubiese querido que venguemos su muerte.

Afortunadamente Nicolai es un experto en curación. Utilizó una plegaria de su dios y curó la herida del joven Rashemi con magia divina. Con la vida de Mikha-chan fuera de peligro, nos dispusimos a registrar el cadáver de Dienteférreo y, entre otras cosas, encontramos un extraño mapa de la ciudad de Heliogabalus. En cuanto nos recuperemos, nos dispondremos a investigarlo.


Bueno, básicamente eso fue lo que ocurrió en nuestra primera aventura titulada "Mad God´s Key".

Los jugadores son: Motta (Nicolai, el Favored Soul con aspiraciones a cambiar de juego y convertirse en un flagelante de Warhammer), Juanma (Garrik, que extrañamente no es un elfo), el Cabezón (Eric, cuyo personaje, pese a la ridiculez de invocar "Fiendish Octopuses", fue bastante útil), Motion (Mikhail, otro de sus bárbaros rusos musculosos y furiosos que son su firma) y su servidor que interpreta a Soushiro, un carismático bribón oriental.

La aventura fue muy divertida (o quizás fue malísima y las ganas de jugar D&D de nuevo con los muchachos nos hizo pasarla bien igual) y esperamos ansiosos a que Mariano siga dirigiendo. Si todo va bien, la semana que viene escribiré la continuación de la aventura.

Por el momento, les dejo una ilustración que hice de Soushiro empleando el Photoshop y usando de base una carta de Magic. Enjoy.


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